lunes, 11 de octubre de 2010

Exhibiendo los atributos (Larry en femenino)


En el capítulo anterior:

Mi fiel escudera, Pequitas_sexy me estaba preparando para convertirme en mujer fatal. Me había sometido a una dura depilación y a un cambio de look. Pero aún no estaba preparada para el arte de la seducción.


Capítulo IV. Armas de mujer.

Mi querida pequitas me dijo que debía aprender a seducir con mi lenguaje corporal.Me puso delante del espejo con unos prácticos consejos.

1. Jugar con el cabello, moviendo la cabeza hacia los lados.
Claro. Yo que tengo el pelo corto y poco ritmo, parecía un telettubie resacoso. Con la mano en la cabeza y meneandola a izquierda y derecha.

2.Dirección del pie e inclinación del cuerpo Dicen que cuando te sientes atraído hacia una persona, o bien tus pies apuntan hacia ella o tu cuerpo se inclina ligeramente hacie ella. Pues bién. Yo quería apuntar con el pie hacia Pequitas (que tan bien me ha tratado siempre) cuando al otro extremo de la habitación apareció su hermana en sujetador y claro. Querer echar a la vez el pie a un lado y el cuerpo al otro hizo que me cayera al suelo.

3. Manos a las caderas o pulgares al cinturón
Al parecer, estos gestos indican consciente o inconscientemente, el deseo de ser observada y conquistada. Pensé que quien no se arriesga no gana y decidí ir aún más alla. Salí al balcón de mi amiga con los pulgares en los bolsillos y marcando paquete y al primer maromo que pasó le dije ¡Toma Morenooo! Pero se ve que me falta práctica, porque en lugar de caer rendido a mis pies, me llamó hijoputa y se fue corriendo.

4.Pupilas dilatadas.
Dicen que cuando una persona se siente atraida por otra, sus pupilas se dilatan al mirarla. Este lo tengo "chupao", pensé. Me fuí a un bar, me tome siete gintonics y cuando las pupilas me habían invadido la parte blanca del ojo, me acerqué a un gachó y abriendo mucho los ojos le dije: -Hazme tuya. Y segundos después le vomité encima.

Pequitas, enfadada, me dijo que así no me iba a echar novio en la vida. Que no me lo tomaba en serio y que asustaba a los hombres. Yo le contesté que no sabía si los tíos me gustaban. Que me sentía confusa acerca de mi sexualidad. Que ver a su hermana en ropa interior me había producido "cosas", y que si nos ibamos a un bar de lesbianas para probar. Ella refunfuño un poco. Yo le puse ojitos, hice pucheros y al final acabó aceptando.Pero eso ya os lo contaré en el próximo capítulo.

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