martes, 21 de agosto de 2012

Los padres y los límites

Yo creo que a la hora de ver televisión, hay cosas que los padres no tienen en cuenta, o tienen en cuenta demasiado, según sus conveniencias, por ejemplo: “¡Nene, no veas tanta tele que te vas a quedar tarado!”… Un clásico en este tema, pero hace falta ver una cosa ¿A ellos no les hace nada?...

Resulta que al momento de ver el noticiero diariamente, más que como una información, lo toman como una “religión”, volviéndose totalmente dependientes a lo que ésta dice: “según los psicólogos, los videojuegos son el principal causante de violencia juvenil”, “194 muertos en Cromañón”, “Otra vez los Patovicas...”, “Mataron a dos hombres y un boliviano”, “Lo echaron por trolo, discriminación”, “Hombre se mutiló el pene con una aspiradora”…

Todos éstos y muchos más títulos, provocan para nosotros una catástrofe a la hora de los límites: “No juegues tanto a la PlayStation, que después te copiás de los dibujitos”, “No quiero que vayas a ese Recital”, “Hoy no vas a Pinar”, “No te juntes con ése, que es boliviano; a ver si todavía te pasa algo”, “A ver si todavía te rajan del colegio, por juntarte con el bala ése”, “Nenee, no juegues con la aspiradora!”…

Es por eso que uno como hijo se ve obligado a tomar defensas hacia éstas actitudes, una de las técnicas más usadas, es la del “contestador automático”, consiste en cuando se viene el sermón diario, responder con no más de tres letras: “No podés seguir así, porque blá; blá… blá”, siguiendo las indicaciones uno debe contestar de la siguiente forma “se, no, mjm, ajá” y sólo al final del diálogo:
-Entendiste?
-Si, obvio…
Esto le permite a uno como hijo, mantener su cabeza en otras cosas más importantes, como por ejemplo, pensar que se va a hacer a la noche, o cosas por el estilo.
Otra técnica es la de la “jurada Presidencial”… “Te juro que no va a volver a pasar…”
Pero más allá de las contestaciones, también van las actitudes, nunca hay que dejarse extorsionar bajo ningún aspecto. Cuando a uno le dicen: “Andá a estudiar o no usás la computadora”, simplemente hay que quedarse pacífico como medida de batalla, porque no tardarán más de media hora para preguntarte: “Che, ¿Cómo se hacía para fijarse los mails?” (y resulta que no está conectado) o “¿Le pasó algo a la PC, que no enciende?” (y resulta que faltaba prender el estabilizador)… y cosas por el estilo.

El Celular. ¡Qué gran invento! Para nosotros: Diversión y contacto con el mundo en la palma de la mano. Para los padres: Radar para localizar a los hijos y romperles la paciencia cada 5’.

Por eso, a no cometer el mismo error que cometí yo de acostumbrar a tener el celular siempre prendido. El teléfono debe estar18hs del día bien apagadito “porque gasta mucha batería”. Nomás prenderlo de vez en cuando para jugar, fijarse la hora, sacar fotos, llamar a la novia, y mandarse sms con amigos para encontrarse a la noche. Como verán, está exenta la “función padres”. De ésta manera se evitan situaciones incómodas como la siguiente:
-Hola?
-Hola hijo, ¿Cómo estás? ¿A que hora venís?
Y vos mientras pensando varias veces: “¡Papá! ¡Me hinchás las pelotas hasta cuando estoy en el telo! ¡Llego a la hora que se me canten los huevos secos que tengo de tanto coger! ¡Te voy a meter el celular en el…!” (Y así sigue, no?). Entonces uno se tranquiliza, y le responde para que esté bien tranquilo:
-Acá, jugando un pool con unos amigos. En un rato voy…
Nunca vaya uno a responderle la verdad, que durante tres días están rompiéndole las bolas a uno que si se cuidó o no, y a entran la flashar con un nieto.

En fin… la moraleja de ésto es a siempre querer superarse y traspasar los LÍMITES, y los de otros también.

Por: Germán A. Daverio


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