miércoles, 29 de septiembre de 2010

Leyendas Urbanas: El baile de disfraces

Vamos a iniciar una nueva sección en la que iremos analizando algunos de esos acontecimientos que le pasaron a un primo segundo tuyo, o a aquel conocido que vive en un pueblo.

Empezamos con una historia muy bonita que nos habla de un baile de disfraces inolvidable. Dentro texto:

"Poco antes de ir a una fiesta de disfraces de Halloween, una mujer tuvo un ataque de migraña y le dijo a su marido que fuera solo, que ella prefería quedarse en casa. Sin embargo, poco después empezó a encontrarse mejor y decidió ponerse el disfraz (que su marido no conocía) e ir a la fiesta.

Al llegar a la fiesta, vió a su marido flirteando con todas las mujeres que podía. La esposa se le acercó, le susurró palabras suaves al oído, lo abrazó y lo arrastró seductoramente hacia el jardín. Poco antes de la medianoche, cuando es costumbre quitarse las máscaras, ella se excusó y volvió a su casa.

Su marido no llegó hasta las 3 de la madrugada.
- ¿Qué tal la fiesta? -le preguntó ella.
- Aburrida -dijo él.
- ¿Bailaste mucho?
- La verdad -contestó el marido-, cuando llegué a la fiesta me encontré con Peter, Bill y Fred que también estaban aburridos, y decidimos meternos en un estudio a jugar al póker.


- ¿Así que estuviste jugando a cartas toda la noche? -dijo ella empezando a alzar la voz.
- Sí -le contestó él-, por eso le dejé mi disfraz a Charlie, que por cierto me ha dicho que ésta ha sido la mejor fiesta de toda su vida." (Texto extraído de esta web).


Entre nosotros amigos, esta mujer es una guarrilla.Que luego dicen que los hombres no nos damos cuenta si nuestras parejas han ido a la pelu o se han comprado otro par de zapatos, pero caray, No darse cuenta de que el tipo que te está fornicando salvajemente en medio de un parque no es tu marido... Ese que dice que el sexo debe hacerse en la cama y a oscuras porque sino es pecado.

Que me puedo creer que la dulce esposa llegara a pensar que al marido le cambió la voz por tanta ginebra que llevaba en el cuerpo,podría incluso aceptar que habían puesto canapes de viagra y eso explicara que el rabo de su amado midiera medio palmo más, pero joder. ¿Como explicas que también le cambiara de color?

Ya me imagino al Charlie devolviendo el traje a su amigo con una sonrisilla de oreja a oreja y diciendo:Eras tú el que decía que tu mujer era un poco frígida,¿no?

En fin, que si un compañero de trabajo tuyo te dice que esto le pasó a él, probablemente te esté mintiendo.

Larry te informa

¿Conoces alguna leyenda urbana que te gustaría que comentaramos? ¿Tienes amigos a los que les pasan cosas así y no sabes si creértelas? Escribe a larry@hazmeelhumor.com y comparte tu sabiduría con nosotros.

2 comentarios:

  1. Qué raro!!

    Ahora resulta que es una "guarrilla".
    Siempre igual.
    Si no nos apetece, somos unas estrechas y si estamos un poco animadas, somos unas "guarrillas" (con un claro tono despectivo, ofensivo).

    A ver si os decidís.
    Hay mucha hipocresía.
    Os quejáis de puro vicio.
    Como dice un refrán o algo así, "los hombres quieren una puta en la cama y una señora de puertas afuera".

    Pues a veces éso no es posible, señores.
    Yo también quiero muchas cosas y no encuentro nada.

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  2. pero lo de guarrilla no es porque quiera en si, sino porque quiere con el amigo del marido.

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